viernes, 27 de septiembre de 2013

Un puñado de poemas inéditos y "una salida al mar"

La última tarde antes de la llegada del otoño a Córdoba (hoy nubes y más nubes y anuncio de lluvias para este fin de semana), la grieta de la Sala Orive acogía la primera lectura de Poetas del Mundo en Córdoba. 18h. Aún sol, aún calor, realmente. Comienza el viaje en un Ford rumbo al 1972 de Pablo García Casado y a su "quiero viajar al sur al sur de todos tus proyectos". Y, cuando todos nos pensábamos en algún lugar de América (sin mapa), Pablo anunció que iba a leer poemas inéditos, de esos que, en realidad, "se leen para uno". Quien conozca a Pablo sabrá valorar la hazaña, él, que es un poeta conciso, minucioso, que deja que los poemas acontezcan sin prisas, en la medida justa, atreviéndose con inéditos "a las seis de la tarde, con la que está cayendo...".

Los chicos de los poemas inéditos, Francisco Javier Guerrero y "la salida al mar".
Fotografía de Lola Araque

La carretera García Casado y el Ford se detuvieron en Turn y escuchamos "Éramos felices. Teníamos trabajo", para finalmente llegar a Media España, que Pablo reconoce que últimamente anda social y reivindicativo y que toca "creer de nuevo en el apocalipsis". En el último km, se abre la luz de José Ignacio Montoto. El primer poema es para "la chica del vestido rojo de la tercera fila", Gala -"llamemos madre a esta imagen"-, pero, después, continúa la apuesta por los inéditos. Nacho advierte que ha traído "poemas muy soleados, incluso con acertijos" y recuerda la llegada del otoño de 2010, también en Orive, con Pablo, y una anécdota de niños y luz al abrir el ciclo poético Otoñeces. Él entonces trabajaba en los poemas de su último libro, "Tras la luz", editado por La Garúa Libros este año. Hoy cierra su intervención con la lectura de los últimos versos de este, mientras la luz se escapa hacia la grieta que preside la sala.

Tras este sabor a hogar de la poesía de Pablo y Nacho, cosmocordobeses, "una salida al mar". Alejandro Luque, el único gaditano de esta mesa de amigos, lee una serie de poemas pertenecientes a "Tierra Caliente", un tributo a Álvaro Mutis. Se disculpa por no poder sumarse a esta predilección por los inéditos -"los estoy reservando para el espectáculo de esta noche", dijo refiriéndose a "Coordenadas", el primer concierto de Mester de Juglaría-, que recogía después José García Obrero, cordobés adoptivo, que iniciaba su intervención también con un inédito, Ciudad en obras. Después, José indagó en el origen, allá donde la Raíz se confunde con "esa una montaña cubierta de edificios" y donde el padre-tubérculo muestra la tierra al hijo durante "La caza", para dar paso al agua y a la Violencia Gratuita que parece fuego entre las manos.

Pablo García Casado, Francisco Javier Guerrero y José Ignacio Montoto
Fotografía de Lola Araque

Una primera celebración de la poesía que se sucedía entre amigos, con guiños y risas, con fotografías en un banco y abrazos después, como si, para dejar paso a las voces del mundo, la poesía debiera antes asentarse en casa, hacer de la Sala Orive un salón -con su tresillo, sus cuadros de mar, su sabor a cerveza y la grieta haciendo las veces de TV- y dejar un rastro inédito para que se note que la poesía no solo vive en los libros. Y hoy más. Más Poetas del Mundo a partir de las 18h.

pálida señorita del paraguas

PD: Después, la tarde siguió con su acento cordobés. Tras estos primeros Poetas del Mundo, la presentación del libro de Manuel Gahete, "Nacimiento al amor", con el que el autor se iniciaba en la poesía hace 27 años y con el que se alzaba con el Premio Ricardo Molina de Poesía y que ha sido reeditado ahora por Ediciones Depapel. 

Alicia Aza, presentadora del acto, y Manuel Gahete
 Fotografía de Lola Araque

Más tarde, los poemas y tuits ganadores de Ucopoética tomaban forma en la puesta de largo de "El pájaro y el ahorcado" (La Bella Varsovia, 2013), una iniciativa de la UCO que se adentra en la vertiente formativa de Cosmopoética.

Javier Fernández, Carmen Blanco, Alejandra Vanessa, María Mercromina (la ganadora) y los finalistas de Ucopoética. Fotografía de Lola Araque

Mientras, en algún lugar de la Judería, estrenábamos cosmoespacios -la Capilla de San Bartolomé y el Zoco Municipal de artesanos-, y se sucedían carcajadas, vestidos de lunares y una guitarra. A continuación, la poesía se escapó a la taberna. Y "la salida al mar" llegó al escenario del Teatro Góngora.

1 comentario:

  1. Llegó el momento de llamar a las cosas por su nombre: "Cosas" . B. Ferrando en Cosmo 2009, creo. En cualquier caso, nombrar no es lo mismo que decir, ni contar lo mismo que transmitir. La poesía permite que nombremos lo cotidiano como si fuera único, y "echar de menos" se convierte un verbo no maldito. Me encanta que estés aquí, Pálida.

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En el Cosmos faltaba decir...