viernes, 17 de agosto de 2012

Viajes-maleta homenaje

Nuestro viaje en la redes (cósmicas) tomaba como punto de partida la conmemoración del décimo aniversario de la muerte del poeta aguilense Vicente Núñez. Desde entonces (22 de junio), aún no hemos resuelto la pregunta-verso ("¿Un poema se escribe, se malversa, se abraza?") con la que pintorrajeábamos la primera página del cosmocuaderno, pero queda mucho viaje. Vamos cautos, pausados, ligeros. Pesan las ediciones anteriores y los cambios, pero apenas un roce basta para pasar de una página del cuaderno a otra, de un ciclo a otro, sin olvidar los versos y que el hombre del paraguas siempre ha sido un viajero estacional, otoñal en esta ocasión.

Por eso, el hombre del paraguas recoge la gabardina y se dirige a la Glorieta de las Tres Culturas. Espera a Antonio Machado en una estación de tren más moderna de la cuenta. Él trae Campos de Castilla, obra centenaria este 2012, bajo el brazo y el recuerdo de un patio sevillano salpicado después por una juventud castellana y árida.  

1 de octubre. Biblioteca Central. 19h. El hombre del paraguas deja a un lado el sombrero. Córdoba es el hospicio de Machado, que impregna los versos de 11 voces de distintos países (China, Egipto, Chile, Escocia...) en una lectura encadenada de poemas en la que todos los participantes guardan alguna vinculación especial con Machado.

6 de octubre. Museo Arqueológico. "Mi vida es una inútil e inacabable espera" (Vicente Núñez). El hombre del paraguas abre la maleta y la espera acaba. Amigos y estudiosos, entre ellos Pablo García Baena y Guillermo Carnero, tejen una oda no solo a la obra de Vicente Núñez, sino que también se adentran en el lado más personal de este poeta.

Y entre tanto, cuando la estación de tren aún parece lejana, el hombre del paraguas cree escuchar a Vicente Núñez: "¿y cómo  te diré, amor,/ que ya es otoño desde esta lejanía(...)?".
Casi otoño, susurra nuestro hombre cosmopoético. "Dejar quisiera/ mi verso, como deja el capitán su espada(...)", rememora versos machadianos. Que así sea, murmura. Prosigamos el viaje. 


pálida señorita del paraguas

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