viernes, 3 de agosto de 2012

Grado superlativo

  El hombre del paraguas recupera las lecturas de los Novísimos. En la imagen, "Un claro tiempo de versos", cosmoantología que se preparaba para la quinta edición del Festival.

Uno piensa que si los nombra así todos juntos [Manuel Vázquez Montalbán-Antonio Martínez Sarrión-José Mª Álvarez-Félix de Azúa-Pere Gimferrer-Vicente Molina Foix-Guillermo Carnero-Ana Mª Moix-Leopoldo Mª Panero] va a quedarse sin respiración o a intercambiar sus personalidades con la confusión de sus apellidos. Vuelve a hacerlo (en voz alta, esta vez más lento) [Manuel Vázquez Montalbán - Antonio Martínez Sarrión - José Mª Álvarez - Félix de Azúa - Pere Gimferrer - Vicente Molina Foix - Guillermo Carnero - Ana Mª Moix - Leopoldo Mª Panero] y va contando nombres con los dedos de la mano para asegurarse de que no se deja ninguno atrás. Después, queda fascinado por la sonoridad de la palabra novísimo, con en esa s justo en su centro, y reflexiona acerca del grado superlativo de los adjetivos (grande-mayor-máximo). En sí, queda deslumbrado por la sonoridad de la palabra novísimo y hace memoria de ese cuadro a tres columnas en un libro de texto (probablemente rojo, si ronda los veinte años) en el que se recogían sus nombres así como su obra (u obras) del momento más significativas, desde Arde el mar a Una educación sentimental.

Stop. Regresa entonces a lo del superlativo. Y es que... ¿qué poetas, por muy jóvenes o "rompedores" que sean, por muy innovadores que resulten, han conseguido tal categoría, tal grado superlativo en su denominación, y además lo han mantenido a lo largo del tiempo sin desmerecer semejante calificativo? La antología de José Mª Castellet Nueve Novísimos poetas españoles (1970) se alzaba desde su publicación como controvertida, polémica, tanto por los nombres que incluía como por los que quedaban fuera.  Desde el culturalismo a la estética pop, fruto del inconformismo y la rebeldía, por fin se asistía a una renovación en el panorama poético y Castellet recogía esta estampa en su variedad: de los seniors a la coqueluche.

Revisar la obra de estos poetas hoy sigue siendo encontrarse con Jim, Beverly Hills, Conchita Piquer, Sharon Stone, Billie Holliday, Ava Gardner, el mar, la muerte, los hoteles... y el amor desnudo. Puede ser, incluso, la oportunidad perfecta para hallar el seudónimo adecuado (Galatea ha descubierto que este año será "pálida señorita del paraguas" gracias a "By love possessed", de Pere Gimferrer) o un verso que desmonte la tarde y haga que un caluroso día de agosto adquiera sentido (aun en la playa). Seguro que cada cual consigue encontrarse en los poemas de alguno de estos nueve novísimos, ya sea por la temática, el tono o el vocabulario. Uno de ellos lo seducirá y será su novísimo predilecto por siempre jamás, pero en Cosmopoética los podremos conocer a todos.

Nunca se han reunido en su totalidad. Faltó Leopoldo Mª Panero (precisamente él, que hace apenas unos meses se dejaba caer en el Palacio de Viana en Córdoba) en la comida que se celebró con motivo de la reedición de la antología por Península treinta años después. Esta vez sí estarán todos. Vienen a ver al hombre del paraguas. Puede pasar cualquier cosa. 


pálida señorita del paraguas

1 comentario:

  1. '/érase un naricísimo infinito/'... si quevedo nos los enseñaba, hemos de aprenderlos bien y ser hiperposnovísimos, además de pluscuamcompuestos :-)))

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En el Cosmos faltaba decir...